Ese lugar, ese dominio de viejos era lugar sereno, era extenso
y calmo mar en donde se vivía acostumbrado al fresco,
a lo niño, y así, sin grandes consternaciones,
vegetaban y le citaban vida.
Hoy no poseen espacio, ni tiempo, ni bienestar.
¿Azota a la patria la plaga?
¿Quién puede indicarles qué ocurre?